Saturday, October 22, 2011

Bicentenario del maestro de maestros: Franz Liszt




Si a una persona le queda el título de maestro, es sin duda alguna al húngaro Franz Liszt, quien hoy -22OCT11- celebra sus 200 años de haber nacido.

Popularmente, se identifica a Liszt como húngaro, por haber nacido en Raiding, Austria (en aquel entonces se llamaba Deborján, Hungría), ante lo cual su comportamiento exótico incrementaba su fama como magiar. Sin embargo, su familia fue realmente inmigrante alemana, con el tiempo el pueblo se germanizó completamente, razón por la cual pertenecen a Austria en la actualidad.

Además, su formación fue totalmente en Viena (alejado de toda influencia húngara), donde tuvo como maestros a Carl Szerny (discípulo directo de Beethoven) y a Antonio Salieri (director musical en la corte vienesa).

Franz Liszt es uno de los más grandes compositores de todos los tiempos, tal vez el pianista más virtuoso que ha existido y el mejor representante de la evolución musical del glorioso siglo XIX, pero su trabajo más destacable es el haber sido semillero de muchos músicos

Como maestro, destaca entre sus alumnos el gran pianista y director de orquesta Hans Von Bulow; además de los grandes genios en la composición, de géneros tan distintos como Richard Wagner, Héctor Berlioz, Camille Saint-Saëns, Edvard Grieg & Alexander Borodin (en la variedad de estilos se denota la grandeza del maestro).

Su leyenda como gran virtuoso del piano, tal vez haya comenzado en 1823 cuando Beethoven conoció por vez primera al muchacho de 12 años y besó su frente ante su magistral interpretación. Lo impactante es que Beethoven fue una persona osca por esas fechas, además de que su sordera ya era total en ese momento (un joven testigo que estuvo presente ante tan inusual muestra de afecto fue Schubert, quien avivaría la leyenda describiendo dicha anécdota).

Su contacto con Paganini en 1932 definió su estilo de interpretación y composición, llevando la rapidez de interpretación al teclado a un cénit aún no rebasado.

Sus duelos de juventud con su gran amigo Chopin en las veladas líricas de Paris, donde el virtuosismo del primero contrastaba con lo profundo del segundo (sin dejar de ser virtuoso), fueron otro factor que incrementó notablemente su leyenda.

Fue una época pobre en composición para Liszt, ya que los pocos ingresos de sus clases fueron consumidos por su intensa vida social, donde conoció a Hector Berlioz y a Víctor Hugo.

Para 1839, lo que empezó como una tranquila gira por Hungría y Austria, para construirle un mausoleo a Beethoven, terminó siendo la locura total por toda Europa durante los siguientes 8 años, conocido desde 1844 como la Lisztomanía o la fiebre Liszt.

Sus presentaciones simplemente se salieron de control, fueron el equivalente a los actuales conciertos de Rock, donde la gente literalmente le arrojaba joyería, ropa interior (en el caso de las mujeres) y hasta las colillas de sus puros eran altamente cotizadas entre sus “fans”, muy similar a lo ocurrente con las actuales púas de los guitarristas de Rock. La histeria de sus presentaciones rebasó por mucho a las giras de Paganini, con quien el público quedaba paralizado ante sus presentaciones (en ocasiones ni aplaudían, al quedar sencillamente inmóviles), con Liszt fue la otra cara de la moneda, se trató de la locura total. Tendrían que pasar poco más de 100 años para que dicho fenómeno se repitiera, siendo en los conciertos masivos de los 60’s.

Fue todo un Rock Star de su época: llegaba a los conciertos con la cabellera larga y desalineada, con cuanta presea le habían otorgado en su saco que tintineaba con su movimiento; además, fue muy soberbio, no besaba la mano a las mujeres, ellas tenían el honor de honrárselas; al tocar el piano saltaba, suspiraba, tarareaba y hasta gritaba en su éxtasis de emoción (muy al estilo de Jerry Lee Lewis).

Fue un verdadero don Juan, teniendo aventuras con las mujeres más bellas de Europa, tanto aristócratas como plebeyas. Siempre se metía en dificultades que terminaban en intentos de suicidio o amenazas de muerte, dado su andar tan turbulento.

La primera anécdota al respecto fue basada en su propia muerte en 1827, cuando enfermó a tal grado (por un amor imposible con la hija de Ministro de Comercio francés), que inclusive el periódico parisino le dedicó un obituario.

Fue precisamente en 1840 cuando creó el concepto de recitales de piano, tal como se conocen hasta nuestros días.

Para 1847 termina la gira en Kiev, donde se concentra más en la composición (tenía la corta edad de 35 años, con una fama de intérprete nunca antes vivida por algún músico).

Para 1848, es invitado como director de la orquesta de Weimar, responsabilidad que cumplió hasta 1861 (ya en 1842, había sido nombrado maestro de capilla de la misma orquesta, un título más honorífico que real). Durante su estancia en Weimar fue el principal difusor de la obra de Wagner. Su famosa Sonata en Si menor, S 178, corresponde a dicho período de composición.

En contraste con sus años vividos en Paris en la década de los 30’s, para 1857 había recaudado tanto dinero que a partir de ese momento, sus ingresos los destinaría a obras de caridad.

Tras unas serie de tragedias familiares ocurridas entre 1859 y 1862, Liszt buscó la tranquilidad en la iglesia, ingresando a la orden franciscana. Aunque nunca llegó a ordenarse como sacerdote, recibió el encargo de cuatro diferentes órdenes menores, por lo que fue común llamarle el abbé Liszt (una extraña mezcla de burla y respeto).

Su residencia oficial fue Roma a partir de que ingresó con los franciscanos; sin embargo, fue invitado nuevamente a Weimar en 1869, pero ahora como maestro de piano, al igual que en Budapest. A partir de entonces, dividiría su tiempo entre las tres ciudades hasta su muerte.

En 1886, fue invitado al Festival de Bayreuth (ciudad que hiciera famoso a Wagner) organizado por su hija Cósima (por cierto, esposa de Wagner), donde fallecería de neumonía, teniendo 74 años de edad.

Una de las grandes aportaciones a la música fue la creación del poema sinfónico, que trata de una obra ligada a una creación poética (aunque algunas veces literaria), donde se trata de mostrar el sentimiento obtenido a través del poema que le dio forma.

Dentro de este género se encuentra tal vez su obra más conocida: El Sueño de AmorLiebesträum–, S 541, escrito en 1850, basado en tres poemas de Ludwig Uhland & Ferdinand Freiligrath: Amor exaltado, Yo estaba muerto & Mi amor, siempre se puede amar!; de donde el tercero de ellos es precisamente su obra más famosa.

“O lieb, so lang du lieben kannst!
O lieb, so lang du lieben magst!
Die Stunde kommt, die Stunde kommt,
wo du an Gräbern stehst und klagst!”

El compositor británico Humphrey Searle publicó en 1966 el catálogo más completo que se ha hecho de Liszt, agrupando poco más de 1,000 composiciones, donde la mayoría son arreglos para piano a las obras más importantes (o que lo serían después de que Liszt las arreglara) de casi todos los compositores que conoció.

Dentro de sus obras propias, se tiene tan sólo una ópera, Don Sancho o el castillo del amor, S 1, 65 obras sacras (S 2 al 66), 13 poemas sinfónicos (S 95 al 107), 4 Conciertos para Piano (S 124, 125, 125a & 126a), 19 rapsodias para Hungría (S 244), destacando muy particularmente la Rapsodia Húngara 2, al ser una obra ampliamente difundida por la muy popular versión de The Cat Concerto, de 1946, cortometraje de MGM que sería galardonado con el Óscar en su género, contando con la participación animada de los célebres personajes de William Hanna & Joseph Barbera: Tom & Jerry.

Como aspecto curioso, fue también en 1946 que Warner Brothers presentaría otro cortometraje con la misma obra de Liszt, utilizando su estrella animada del momento Bugs Bunny, intitulado Rhapsody Rabbit; con el cinísmo típico del personaje, un teléfono suena dentro del piano durante la ejecución de la pieza, contestando el conejo en su estilo característico: “Eh, what's up doc? Who? Franz Liszt? Never heard of him. Wrong number”. Dicho cortometraje generó una serie de acusaciones por plagio entre las dos empresas cinematográficas.

Un dato curioso ocurre con una de las obras más importantes de Camille Saint-Saëns, su Sinfonía 3 ‘Órgano’, Opus 78, la cual es considerada como el cénit de su carrera, dedicado precisamente a Franz Liszt, ya que Liszt aseguraba que Saint-Saëns fue el mejor organista de su época, por lo que quiso agradecerle dicho honor, dedicándole su obra maestra. Lo interesante es que la obra se presentó apenas unas semanas antes del fallecimiento de Liszt.

Son 200 años compartiendo la obra y la herencia de uno de los hombres más trascendentales en la música de todos los tiempos.

Saludos.


3 comments:

  1. Me imagino lo que debió haber sido esa época, todos, absolutamente todos, estamos inmersos aún en la obra de los grandes compositores clásicos, barrocos, románticos, me explicaré. Es muy común encontrar pasajes o lo que los roqueros llaman RIFFS que no son otra cosa sino adaptaciones de esos tiempos. Un ejemplo es Yngwie Malmsteen y su eterna alución a J. S. Bach y Tomasso Albinoni, él a confesado que el primer Rock Star de la época fue Franz Liszt, en lo que respecta a la forma de actuar fuera del escenario, su personaje como prodigioso. También Yngwie ha confesado que Nicolo Paganini ha sido el primer Rock Star pero de los escenarios, yo tengo la hipótesis que Liszt tomó esa parte del maestro Paganini.

    ReplyDelete
  2. En un video-clínica alguna vez escuché a Dave Murray confesar la gran influencia que tiene en su composición Antonio Vivaldi. Dave Mustaine ha comentado alguna vez que su gran amor era el violín porque le encantaba Paganini, Paul Gilbert por su parte, ha declarado que reconoce como autor de la técnica de Tapin o Taping a Nicolo Paganini, Dee Snider platicaba en los 80's en MTV que gran parte de su personalidad estaba influenciada por Liszt, quien prácticamente hacía lo que le venía en gana. La última cita que yo tengo memoria de roqueros hablando de compositores "clásicos" es de David Lee Roth declarando alguna vez que su meta era tener tantas amantes como Franz Liszt.
    Saludos

    ReplyDelete
  3. A pesar de que es muy evidente que el corto animado de Warner Brothers fue el plagio del realizado a MGM, adeás de que musicalmente es muy inferior, estoy convencido de que la representación de Bugs Bunny es lo suficientemente malandra como para que el propio Liszt se divirtiera y la hubiera aprobado.

    En muchos de sus aspectos, Bugs Bunny está representando al gran maestro del siglo XIX... muy probablemente los músicos de una década después simplemente imitaran al conejo.

    Saludos.

    ReplyDelete